Es muy lindo cuando sacas una bandeja de panquecitos calientitos del horno y tu casa se llena de ese aroma. No lo voy a negar, si los pruebo, mas no me la paso come que come, con el tiempo, el aroma te va llenando no el estomago, sino el alma, el corazon y la cabeza con nuevos recuerdos, ya no esta solo esos recuerdos de mi mama en su cocina (antes de remodelarla) con sus hijos revoloteandole para que al fin nos dejara probar sus delicias. Muchas veces nos dio un dedito de mezcla de pastel (no mucha, quesque por que nos podiamos empachar) o nos daba un poquito de cobertura de chocolate y el ganón era aquel que se quedaba con el recipiente y podia quitar cualquier rastro de chocolate Miau.
Gracias a ella y sus muchos "te quiero" que me ha dicho o demostrado, yo tambien aprendi a decirlo y a demostrarlo, a hornear un "te quiero" para mi esposo, hija, papas, hermanos, amigas y amigos.
Por que los postres no solo alimentan el cuerpo (y a veces suben el azucar) sino tambien el corazon :)
Gracias mama, por endulzar mi vida :)
Itande
P.D. Laura Garcia ganó nuestro concurso, mas aun no viene al D.F a recoger su premiezote de un six de cupcakes, aqui la esperamos con gusto :)
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